Una de las primeras medidas de David Racero como presidente de la Cámara, una vez posesionado en su cargo, fue revisar el contrato que tiene el Congreso para el alquiler de las camionetas que usan los parlamentarios. Aseguró que “Las camionetas blindadas deberían ser para aquellos líderes sociales amenazados, asesinados en los territorios y no como Uber personal utilizado para hacer mandados”. Además, afirmó que “también tenemos que revisar los costos de celulares y todos los costos innecesarios”.
El Presidente presentó la resolución N° 1792 en la que se concreta dicha decisión, incluyendo la entrega de su mismo automotor.
En el artículo primero de dicha resolución se estableció “suspender indefinidamente la asignación de los vehículos del parque automotor de propiedad de la Cámara de Representantes a la Presidencia, Primera y Segunda Vicepresidencia, Secretaría General, Subsecretaría General, Comisiones Constitucionales, Legales y especiales, Oficina de Información y Prensa y Oficina de Control Interno.”
Racero también manifestó: “Con esta decisión, le estamos ahorrando más de mil millones al año a los colombianos. Un gran mensaje en tiempos de austeridad. Pero lo más importante, le estamos mostrando al país que sí es posible hacer cambios cuando se tiene la voluntad política. (…) Los congresistas deberían
pagarse sus propios gastos como cualquier trabajador”.
Todo esto haciendo honor al lema de su presidencia: “Vinimos a dar ejemplo y no vergüenza”.