El pasado viernes 19 de mayo sancionamos, en las profundidades de la Colombia rural, el Plan Nacional de Desarrollo – Colombia Potencia Mundial de la Vida 2023 – 2026.
Este prevé inversiones públicas por 1.154,8 billones, 16 programas y múltiples acciones para la atención y la garantía de derechos de la juventud, la niñez, las mujeres, las comunidades rurales, así como la implementación del Acuerdo de
Paz y mejores condiciones de vida para las diversidades sexuales y de género.
Colombia será potencia mundial al colocar en el centro de las políticas y programas a las personas y a los territorios en los que habitan. El Gobierno Nacional parte de reconocer, fortalecer y articularse con las territorialidades para desarrollar metas como la transición energética, la solución de conflictos socioambientales, la garantía del derecho humano a la alimentación, la transformación productiva y la seguridad humana como eje de la justicia social.
Colombia preservará la vida al hacer del agua el eje transversal del ordenamiento del territorio, generando una relación armoniosa con las selvas, los ríos y la diversidad biológica y ecosistémica del país. De esta forma, se protegerán los factores que sostienen la vida y se dinamizará el crecimiento urbano, respetando los límites ambientales. Esto permitirá enfrentar mejor las situaciones de riesgo y desastres para las familias y llevará a que las actividades económicas, como el turismo, conserven y potencien nuestro patrimonio ambiental, cultural y arqueológico.
Colombia será potencia mundial de la vida mediante el fortalecimiento del0 desarrollo social, ambiental y económico local, a partir del reconocimiento e inclusión de la economía popular y comunitaria, generando condiciones para que
las comunidades rurales permanezcan en sus territorios a partir de las asociaciones público – populares, como un instrumento contractual a través del cual el Estado se vinculará con organizaciones de la economía solidaria, popular y
comunitaria para desarrollar proyectos de infraestructura vial, servicios públicos, educación, comunicaciones y de desarrollo agrícola y rural.
Así mismo, el Estado destinará 1 millón de créditos con tasas de cerca del 4 % mensual, lo que se suma a la baja de las tasas de interés para proyectos productivos agropecuarios que ha venido realizando el Banco Agrario. La economía popular, solidaria y comunitaria es la protagonista de la reforma agraria, en la que los bienes que la SAE venda o entregue en depósito provisional, serán prioridad para el uso de población de especial protección constitucional campesinado y organizaciones populares de mujeres y jóvenes). También, se fortalecerá la participación democrática con el desarrollo del Consejo Nacional de Economía Popular y la inclusión de representantes de la economía popular y
solidaria en Juntas Directivas de las Cámaras de Comercio.
Colombia será potencia mundial de la vida con la interconexión regional, a partir del fortalecimiento, reparación y construcción de caminos vecinales mediante el Programa de caminos comunitarios para la paz total y con la mejora de la
infraestructura física de aeropuertos territoriales en el marco de las Rutas Sociales Satena.
Nuestro objetivo es que entre los diferentes eslabones económicos existan sinergias para que se dé un aumento de la productividad de forma orgánica. De esta forma, consolidaremos un crecimiento de la competitividad sistémica, es
decir, que entre los sectores económicos, entre las empresas y organizaciones productoras existan relaciones de complementariedad y cooperación, tanto en lo económico como en lo social y ambiental, y que esto se refleje en una capacidad
de toda la economía nacional para posicionarse en el mercado nacional e internacional, contribuyendo al cierre de brechas entre las regiones, entre la ciudad y el campo.
Nuestra principal meta es posicionar a Colombia como potencia mundial de la vida.